martes, 27 de mayo de 2008

Antecedentes

Desde los años setenta, la visión profunda del budismo y sus numerosos métodos ha inspirado y fascinado a un número creciente de personas en las culturas occidentales. Las prácticas meditativas budistas pueden generar cambios internos poderosos, que es posible integrar directamente a nuestras vidas con el propósito de enriquecerlas.

En el budismo tibetano hay varias escuelas, una de ellas es la Karma Kagyu, que forma parte de la tradición del Vajrayana o Camino del Diamante. Como un linaje de transmisión oral directa, atesora especialmente la meditación y dispone de una gran variedad de métodos que permiten a las personas laicas desarrollar la claridad y riqueza inherentes a la mente, en beneficio propio y de todos los seres.

Para el budismo, meditación significa "permanecer sin esfuerzo en lo que es". Este estado puede surgir a través de calmar y estabilizar la mente, mientras que la compasión y la sabiduría son realizadas; o bien trabajando con los canales energéticos de nuestro cuerpo y meditando en formas de luz de los Budas.

El Grupo Kagyu Oaxaca pertenece a los más de 500 centros budistas laicos auspiciados por Lama Ole Nydahl y bajo la guía espiritual del 17º Karmapa, Thaye Dorje. Estos grupos, repartidos por todo el mundo, tienen una estructura democrática y funcionan a partir del trabajo voluntario de sus miembros, con base en la confianza, el altruismo y la amistad.


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